De un artículo de Juan Antonio Aguilera Mochón - “Ciencia
y Religión” (2006) - Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la
Universidad de Granada
…Desde luego, es un problema que no resuelve la
teoría evolutiva convencional, pues ésta se ocupa de las transformaciones de
especies ya existentes.
Pero el cómo pudo emerger la vida es un problema
genuinamente científico, aunque con dificultades excepcionales: la ciencia
podrá demostrar cómo pudieron ocurrir probablemente los hechos (el origen de la
vida), e incluso probarlo en el laboratorio, pero parece que nunca podrá
certificar que ocurrieron de esa manera....[i]
Desde que Alexander I. Oparin y John B. S. Haldane propusieron las
primeras hipótesis científicas en torno al origen de la vida en los años 1920,
y desde que en 1953 Stanley L. Miller demostró en el laboratorio que la
simulación de las condiciones de la Tierra primigenia originaba espontáneamente
compuestos característicos de los seres vivos (aminoácidos), se ha avanzado
mucho en la comprensión del problema y en el planteamiento de soluciones. Hoy
es un campo activo y apasionante de investigación en el que quedan importantes
asuntos que resolver para entender, sobre bases sólidas, cómo pudieron
ensamblarse las primeras células; sin embargo, no son hipótesis científicas lo
que falta [véase la de Günter Wächtershäuser (1988) como hipótesis modélica, y
una perspectiva general en Aguilera (1993]). Por tanto, no se puede sostener
-si no es por ignorancia o mala fe- que el origen de la vida es un problema que
la ciencia no puede ni podrá explicar...”[ii]
Pocos científicos informados dudan de que el origen de la vida fue un suceso
natural, espontáneo, aunque haya diversidad de pareceres en cuanto a la
probabilidad del suceso dadas las condiciones adecuadas (lo que afecta también
a la probabilidad de vida extra-terrestre).[iii]
Lo que sabemos del origen de la vida permite decir,
una vez más, que la hipótesis de Dios es innecesaria. Pero yo añadiría -en la
línea de François Jacob- que, si aceptáramos al Dios creador y diseñador como
hipótesis de trabajo, concluiríamos que se trató aparentemente, de un ignorante
en Biología molecular. El propio código genético, con el que se traducen los
mensajes genéticos al lenguaje de las proteínas, parece fácilmente mejorable.
De hecho los humanos, que apenas hemos empezado a avanzar en Biología
molecular, ya estamos proyectando la mejora de ese código en especies existentes…
o en especies desarrolladas casi de novo.[iv]
[i] podrá demostrar probablemente… pero nunca lo podrá certificar; ¿habrá
evidencia?
[ii] no puede, pero tal vez pueda.
[iii] ello quiere decir que muchos
“científicos informados” –no sabemos qué proporción del número de no creyentes
que puede deducirse de las encuestas presentadas en el primer artículo de la
serie- “no dudan”, pero no lo pueden demostrar; tal vez algún día puedan. Dentro
del principio de “provisionalidad” de la ciencia, se tendrá que aceptar esta
espera… y claro, tener fe.
[iv] ya los humanos somos “creadores” con base al conocimiento, que siempre ha
existido, sólo que recientemente ha sido descubierto. Entonces, si el “conocimiento”
siempre existió, son los científicos los que han salido de la ignorancia
recientemente, o están saliendo en estos tiempos, gracias por cierto a su
trabajo y a su inquietud investigadora.
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