viernes, 24 de marzo de 2017

LOS CUARENTA DÍAS DE CRISTO DESPUES DE LA RESURRECCIÓN – Parte 5 y 6

Hablaremos en esta nota sobre la etapa de la vida de Cristo resucitado, los 40 días en los que transmitió toda la sabiduría que no aparece en la Biblia y que trasciende los tiempos hasta nuestros días, reflexionando sobre fundamentos que hoy conocemos, pero que la misma ciencia, no puede explicar.
Orientaremos la secuencia buscando llevar el tema hacia el fundamento de la existencia y a partir de ella a la materia, la vida orgánica y la vida inteligente.
      -          El Génesis y la Energía
      -          Milagros de Cristo y la Física Cuántica
      -          Resurrección de Cristo
      -          Los Cuarenta días y las Enseñanzas más Profundas y Trascendentes
      -          La Ascensión de Cristo
      -          Diez días después

PARTE 1: El Génesis y la Energía
La EXISTENCIA se origina en la dimensión de la ENERGÍA PURA, que luego va decantando hasta la ENERGÍA ETÉRICA que alcanza al SER HUMANO y se integra a él, a través de la CONCIENCIA. Se concluye pues, que la Imagen y Semejanza, es energética y no de fisonomía o constitución biológica.

PARTE 2: Milagros de Cristo y la Física Cuántica
TODOS FUERON MILAGROS DE AMOR, a través de la Energía y actuando a nivel cuántico sobre el sistema celular (incluidas las neuronas).

PARTE 3: Resurrección de Cristo
No se trata de que Jesús se haya levantado con su mismo cuerpo terrenal vuelto a la vida. Pareciera que este se ha desmaterializado en el nacimiento del Hombre Nuevo...
JESÚS REGRESÓ A SU ESENCIA: ENERGÍA PURA.

PARTE 4: Los Cuarenta días y las Enseñanzas más Profundas y Trascendentes

¿Será la muerte una vuelta al hogar, un regreso a El Todo del que proceden todas las cosas? ¿Estamos ante el principio de un nuevo Paradigma, tan moderno como la vida misma o tan antiguo como la Creación?

Parte 5: La Ascensión de Cristo

Jesús luego de su resurrección, ya no fue el Jesús-Hombre, sino la IMAGEN DE DIOS HIJO del Génesis, que se materializaba apareciendo a la vista, para consolidar la fe de sus discípulos y darles las últimas líneas-guía antes de partir definitivamente de la tierra y ascender al Padre.

Pero es a la conclusión de los evangelios que narran la vida de Jesús hasta la Ascensión, que al insuflar Dios primero -a través del mismo Cristo resucitado (Mateo 26.16-20)- y luego directamente el día de Pentecostés, el “Espíritu Santo” a los discípulos, que les dio el poder de transmitir el “espíritu” a toda la humanidad; y a partir de entonces es que resulta evidente que todos: católicos, cristianos, los no cristianos o de cualquier credo o inspiración (p.e. los Budistas), incluido los ateos que lo ignoran, llevamos el espíritu de Dios desde nuestra concepción hasta nuestra muerte física, lo que nos hace parte de “el TODO”.

Es así que Jesús, el Hijo del Hombre, vuelve al Padre, en IMAGEN DE DIOS HIJO, dejando entre nosotros a DIOS ESPIRITU SANTO, con la mayor fuerza inmediata en sus discípulos que con los ojos del espíritu y a la vez del intelecto, vieron ascender la IMAGEN DE DIOS HIJO, cuyo cuerpo simplemente ya no existía como humano (en vibración de la materia).



Parte 6: Diez días después

La fiesta que se celebra al día siguiente después de las 7 semanas o de la Siega, es "Pentecostés" que significa 50. Esta fiesta conmemora el día que Dios bajó al monte Sinaí para establecer el pacto con su pueblo, dándole las leyes a Moisés (Éxodo 19).

También en un día como ese, se encontraban reunidos en oración alrededor de 120 creyentes en el aposento alto y de repente vino del cielo un estruendo como un viento recio y el ruido llenó toda la casa y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos (Hechos 2:1-6).

Dios establece un nuevo pacto con su pueblo a través de su Hijo Jesucristo y mediante el poder del Espíritu Santo; es así que 50 días después de muerto y 10 días después de su Ascensión,  al insuflar Dios el “Espíritu Santo” a los discípulos -antes a través del mismo Cristo resucitado (Mateo 26.16-20)- y entonces directamente el día de Pentecostés, les dio el poder de transmitir el “espíritu” a toda la humanidad; y a partir de entonces es que resulta evidente que todos: católicos, cristianos, los no cristianos o de cualquier credo o inspiración (p.e. los Budistas), incluido los ateos (en forma de energía vital), llevamos la energía del espíritu de Dios desde nuestra concepción hasta nuestra muerte física, lo que nos hace parte de “el TODO”.

El TODO es la ENERGÍA PURA, INTELIGENTE y VOLITIVA de la cual proviene TODO… “el que tenga oídos, que escuche


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