sábado, 11 de marzo de 2017

LOS CUARENTA DÍAS DE CRISTO DESPUES DE LA RESURRECCIÓN – Parte 1



Hablaremos en esta nota sobre la etapa de la vida de Cristo resucitado, los 40 días en los que transmitió toda la sabiduría que no aparece en la Biblia y que trasciende los tiempos hasta nuestros días, reflexionando sobre fundamentos que hoy conocemos, pero que la misma ciencia, no puede explicar.

Orientaremos la secuencia buscando llevar el tema hacia el fundamento de la existencia y a partir de ella a la materia, la vida orgánica y la vida inteligente.
      -          El Génesis y la Energía
      -          Milagros de Cristo y la Física Cuántica
      -          Resurrección de Cristo
      -          Los Cuarenta días y las Enseñanzas más Profundas y Trascendentes
      -          La Ascensión de Cristo
      -          Diez días después

PARTE 1: El Génesis y la Energía

Comencemos por el Génesisa imagen y semejanza. Todos lo tomamos literalmente como la imagen de la fisonomía del hombre que solo vino a conocimiento billones de años después de la llamada Creación o del proceso evolutivo que se habría iniciado con la emergencia de la vida orgánica sobre la tierra.

ALAN KARDEC (El Libro de los Espíritus - 1857) elabora a partir de lo que es un tránsito de la identidad energética luego de la muerte física, lo que él denomina Doctrina Espírita (en nuestra opinión el término “doctrina” resulta excesivo a pesar de la validez de su investigación).

Kardec estableciendo una base semántica (que en realidad debe ser conceptual), hace la distinción del Alma, en tres instancias:
      -       La de la Vida Orgánica (vegetales, animales y humanos) la denomina Alma Vital;
      -       La de la Vida Animal (animales y humanos) la denomina Alma Intelectual(?); y
      -       La de la Vida Humana (el hombre) la denomina Alma Espírita.

Nosotros asimilando estos niveles, los ajustamos conceptualmente:
      -       Vida Orgánica:  Alma Vital
      -       Vida Animal:      Alma-Identidad
      -       Vida Humana:   Alma Moral
Es decir, la característica del Alma Humana, contiene las tres dimensiones: Vital, de Identidad y Moral; la de los animales dos dimensiones: Vital y de Identidad; y la de los vegetales (plantas) sólo la dimensión de Alma Vital.

Con esto queda –en nuestra opinión- acertadamente definida la gradualidad de la almas (chispas de energía en el éter), que toman cuerpo en la Vida Orgánica.

Por tradición se ha arrastrado la confusión entre los términos ALMA y ESPÍRITU usándolos indistintamente. De allí se arrastra un error conceptual entre dos entidades energéticas de naturaleza similar pero de distintos niveles de vibración. María Magdalena: … Yo le dije: «Señor, ahora, el que ve la visión ¿la ve en alma o en espíritu?». El Salvador respondió y dijo: «No la ve ni en alma ni en espíritu, sino que es el Intelecto que se halla en medio de ellos el que ve la visión...»

Para el Ser Humano en concreto, el Alma es IDENTIDAD con una característica de trascendencia MORAL; y el Espíritu es ENERGÍA (Divina) que trasciende en contenido vital a su integración con la Energía UNIVERSAL (hacia el TODO).

El INTELECTO por otra parte, es percepción, intuición, sabiduría. Luego surge el nivel de la CONCIENCIA, que interconecta el nivel energético superior de Alma y Espíritu (característica de Conciencia Moral-Trascendente), a la Mente que maneja la Inteligencia y el Conocimiento, (característica de Conciencia Operativa) y al Cuerpo Físico (característica de Conciencia Sensorial).

Es por ello –tal vez- que el libro de Kardec debía denominarse con mayor propiedad, “El Libro de las Ánimas” en vez de “El Libro de los Espíritus”.

Reitero, no es un tema semántico, es un tema profundamente conceptual, pues se trata de dos entidades energéticas de naturaleza similar (…a imagen y semejanza), pero que no son lo mismo.

Por lo demás, el libro de Kardec es muy válido, pues trata de ocurrencias comprobadas sobre el tránsito energético de las Almas, cuando el cuerpo deja de existir y la energía se transforma para trascender la vida terrenal orgánica.

El fundamento es pues, que la EXISTENCIA se origina en la dimensión de la ENERGÍA PURA, que luego va decantando hasta la ENERGÍA ETÉRICA que alcanza al SER HUMANO y se integra a él, a través de la CONCIENCIA. Se concluye pues, que la Imagen y Semejanza, es energética y no de fisonomía o constitución biológica.


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