viernes, 16 de octubre de 2015

DE LA NADA AL BIG BANG – Parte 2

LAS LEYES DE LA FÍSICA y EL BIG BANG

De Odisea Cósmica (publicado por Galileo)
El problema más antiguo y quizás más conocido de la Teoría del Big Bang es el de la singularidad. El primer instante del universo del Big Bang, en los que su densidad y temperatura eran infinitamente altas, es lo que los matemáticos conocen como singularidad. Esta situación se considera un fallo en la teoría es decir, las leyes de la física no eran como las conocemos, y por tanto no pueden aplicarse a este caso, lo que representa un serio inconveniente.
Además, la teoría postula la creación de toda la masa y la energía del universo de la nada en el primer instante de tiempo, lo que parece representar una violación extrema de la ley de conservación de la masa /energía.
Según la teoría del Big Bang, antes de ese instante, el espacio y el tiempo no existirían. Aunque para algunos, que mezclan sus ideas religiosas con la ciencia, esto sería visto como una interpretación razonable de sus creencias religiosas, para los demás el comienzo del espacio y el tiempo podría representar un grave problema.


Sobre el BIG BANG, Salvador Sánchez Melgar escribe:

Esa repulsión de la nada contra la existencia, le sirvió a la propia existencia para existir contraída, para estar dentro envuelta exteriormente por la nada; y a la nada le sirvió para estar fuera; y a la vez les sirvieron a la nada y a la existencia para que existiese entre las dos una contrariedad que les permitiese existir permanentemente de esa forma. Así, de esa manera, toda la existencia que estaba dentro, permanecería exteriormente separada por toda la nada que estaba fuera.

Una enorme acumulación de existencia cada vez más comprimida por la repulsión de la nada, quizás fuese lo que provocase la explosión que originó la expansión universal. Tal vez, cuando termine de expandirse la expansión, o mucho antes, esa existencia repelida permanentemente por la nada, vuelva a concentrarse de nuevo en algún otro punto dónde deje de expandirse, o en un punto anterior al termino expansivo, para volver a comprimirse de nuevo y volver a provocar otra nueva explosión que muy posiblemente origine otra nueva expansión; y así, una y otra vez, indefinidamente.

Sobre los ESPACIOS OSCUROS (consecuencia del Big Bang), Sánchez Melgar escribe:

Los espacios oscuros del Universo originados por la propia expansión (el BIG BANG) son espacios de nada, los cuales son oscuros no porque la nada sea oscura, sino porque la existencia que mantiene como contrariedad a la nada, es oscura. La nada es transparente e invisible, y ocupa esos lugares como espacio oscuro porque la propia expansión los creó así al expandirse y porque la propia existencia necesita permanentemente tener la contrariedad de la nada para poder existir. Realmente, esos espacios oscuros no están completamente llenos de nada, dentro de sus espacios vacíos podrían existir enormes zonas enturbiadas con mezcla de existencia, no me extrañaría nada que esas zonas estén repletas de cuerdas y de supercuerdas, las cuales podrían estar formadas debido al rastro de existencia subatómica dejado por la propia expansión; y es que la expansión se expande en línea recta, lo cual obliga a que inevitablemente deje largos rastros o tendencias expansivas de existencia o de inexistencia a lo largo de la expansión. 

En esos enormes espacios oscuros llenos de nada actúan unas fuerzas extraordinarias de repulsión contra las grandes cantidades de acumulaciones de existencia que se encuentran dispersas en el Universo; eso hace que esas agrupaciones de existencia que se atraen constantemente entre sí, también sean presionadas por la propia nada que la rodea; y así de esa manera, esas enormes concentraciones de existencia cada vez más presionadas, se podrían transformar en una enorme acumulación de calor llamada estrella, así se originó nuestro Sol.

Interpretemos el gran aporte de Sánchez Melgar, ensayando contestar la siguiente pregunta: 

Qué habría existido antes del BIG BANG?


Hipótesis científicas aceptadas, afirman que en el origen del Universo existían materia y antimateria en iguales proporciones. Pero la materia y la antimateria se aniquilan mutuamente, dando como resultado energía pura; y sin embargo, el Universo que observamos está compuesto únicamente por materia. Se desconocen los motivos por los que no se han encontrado grandes estructuras de antimateria en el Universo. 

Durante el Big Bang –al igual que hoy en el espacio o en las tormentas eléctricas terrestres– se liberaron ambas partículas, pero curiosamente sólo la materia sobrevivió... ¿qué es lo que volcó la balanza?

Simplificando las cosas, un átomo de materia está conformado por un núcleo de protones y neutrones, con electrones orbitando a su alrededor. En la antimateria, se habla de anti-protones y anti-electrones o positrones. La diferencia entre materia y antimateria radicaría sólo en que la carga, el peso y la forma de girar de los electrones en la materia, son los mismos, mientras la antimateria, representa la asimetría, el rompimiento del equilibrio y la generación del caos.

Se especula sobre que la materia que forma actualmente el Universo podría ser el resultado de una ligera asimetría en las proporciones iniciales entre materia y antimateria (pequeño exceso de materia tras el Big Bang). Se ha calculado que la diferencia inicial entre materia y antimateria debió ser tan insignificante como de una partícula más de materia por cada diez mil millones de parejas partícula-antipartícula.

La respuesta entonces, parece ser lógica: antes del Big Bang todo habría sido MATERIA OSCURA y ENERGÍA OSCURA y un equilibrio MATERIA-ANTIMATERIA, con predominio absoluto de la Energía Oscura que habría propiciado la explosión en un diminuto punto de densa concentración de Materia Oscura (la “Singularidad”) afectando el equilibrio materia-antimateria en favor de la Materia Bariónica naciente y originando que 13,800 millones de años atrás, la Materia Oscura conjuntamente con los Neutrinos, contasen por el 73% de la masa del Universo naciente; el resto, MATERIA BARIÓNICA: fotones (15%) y átomos (12%), generados de una manera aleatoria como consecuencia del BIG BANG.

Sobre la existencia de las leyes de naturaleza, es plausible dar crédito a los fundamentos de “Las Leyes de la Nada” de Salvador Sánchez Melgar, con el ajuste de los conceptos sobre la NADA y ESPACIO INFINITO, respetando su lógica; a lo que agregaría que dentro del Espacio Infinito (aceptemos el término sin lo absoluto), había ya una interacción entre la Materia Oscura y la Energía Oscura; es decir, una especie de Ley de la Gravedad que instantáneamente se rompe generándose por un lado la explosión del Big Bang por la presión enorme de la Energía Oscura sobre la concentración de Materia Oscura en la Singularidad; y a la vez –por otro lado- la asimetría entre materia y antimateria (con predominio de la materia), que da origen a esa Materia Bariónica (fotones y átomos) en el momento del Big Bang. La Energía Oscura se habría quedado atrás en el momento de la explosión, dándose así lugar a lo que habría sido el PRIMER GRAN AGUJERO NEGRO (Multidireccional), que dio nacimiento al Universo.



La Energía Oscura –formado el agujero negro del Big Bang- inmediatamente comienza a entrar y se va reponiendo la Ley de la Gravedad, en su interacción con la Materia Oscura que la precedió. La mayor gran proporción de Energía Oscura  queda fuera del espacio exterior al Universo, generando en el tiempo con otras acumulaciones similares, otros agujeros negros hacia el Universo, dando nacimiento a las Galaxias. Esto nos lleva a pensar, a que es plausible afirmar que nuestro Universo, es único y mantiene constante interacción con el Espacio Infinito.


LA GRAN PREGUNTA SIN RESPUESTA: QUÉ PROPICIÓ LA “SINGULARIDAD”?



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