LA NADA y LA EXISTENCIA
Mucho se ha hablado que antes del BIG BANG, era la
NADA ABSOLUTA, y el tiempo no existía; algunos hablan de la NADA RELATIVA, que
admite que por lo menos un ALGO INTAGIBLE existía.
No
ha existido, ni existe Nada Absoluta porque lo absoluto en esta dimensión, es
un imposible; de otra forma, no habría existencia; y por supuesto, no existiría
el tiempo.
Antes
del Big Bang tenía que existir algo, aunque ese algo fuese un algo subjetivo o
infinitamente pequeño.
Estamos
entonces frente a un error fundamental cuando se recurre como concepto que,
previo al instante inicial del Big Bang era la NADA; y que de la nada,
espontáneamente -según Stephen Hawking- “surgió
el único efecto, sin causa previa”, que dio origen a todo lo que existe, a
partir de un punto de inmensa concentración (que llaman “singularidad”) que
generó una enorme explosión dando origen al Universo, antes de cuyo instante
afirma también Hawking, el tiempo no existía.
Tal
vez haya ya que desterrar el término NADA y reemplazarlo por el ESPACIO
INFINITO, que antes del Big Bang, estaba –aparentemente- vacío.
Aquí
cabe recurrir a las reflexiones de Salvador
Sánchez Melgar (Las Leyes de la Nada), que maneja de manera muy lógica (aunque
puede resultar compleja en su lectura) el concepto de la NADA y …
…sostiene que tuvo que existir la nada y su no
absolutidad (nada no absoluta) que forzosamente tenía que ser una contrariedad
de la nada. De esa manera, la contrariedad “nada-existencia” produciría cada
vez más existencia; o dicho de otra manera: evitando continuamente la
absolutidad de la nada, la nada y la existencia producirían cada vez más
existencia ya que toda absolutidad se evita con una
contrariedad. Para que la existencia originase cada vez más existencia tenía
que haber en la propia existencia una permanente contrariedad: la
inducida por la nada.
…Como la nada infinita
no tiene tamaño ni energía porque es totalmente nada, su contrariedad tuvo que
ser algo infinitamente ínfimo, tan ínfimo que sería casi la nada. Con lo cual,
esa infinitamente ínfima existencia sería la primera esencia de la existencia
que en forma de contrariedad cero (nota: teniendo en cuenta que el cero no es
absoluto) tendría la posibilidad de multiplicarse empezando por el cero de su
contrariedad como nada hecha existencia y el cero inalcanzable de la nada
absoluta que le produjo esa contrariedad tratando de evitar la absolutidad.
El cero de la
contrariedad de la nada, de esa esencia, y el contraste del cero de la nada
infinita, eran dos sin energías distintas, eran dos oposiciones diferentes, que
muy bien se podrían identificar como si fuesen por ejemplo: la esencia el cero
y la nada infinita el uno, o viceversa (nota: creo que podría no caber el
viceversa). De esa forma, se originaron las matemáticas binarias de la
existencia; de esa forma, la primera esencia se multiplicó binariamente
produciendo con su orden o escalón matemático un sin fin de esencias binarias;
lo cual permitió que cada esencia se multiplicase también, sin que ninguna
esencia fuese idéntica aunque tuviesen el mismo resultado exacto, ya que cada
esencia por ocupar un lugar distinto tiene distinta identidad jerárquica.
De esa manera se originaron las matemáticas de la existencia, las cuales
siguiendo el orden matemático binario han conseguido formar un orden o mundo
matemático, al que todo lo existente pertenece. El producto de todo eso, sería
más esencias, más existencia; una esencia binaria no es nada, no representa
nada, es nula o cero energía, pero infinidades de esencias o números binarios
representan una energía, una existencia; la cual, multiplicada por infinidades
de infinitas infinidades de esencias es el resultado de todo un Universo.
Teniendo en cuenta,
que debido a esa contrariedad dual o repulsión dual de la nada infinita contra
la nada ínfima (nota: esencia de la existencia) la existencia atrae a la
existencia y la nada atrae a la nada, lo cual justifica aún más el que lo
existente sea un orden matemático binario.
Se
podría decir reiterando e interpretando a Sánchez Melgar, que lo que él llama
“nada ínfima”, es la esencia de la existencia (la materia y/o energía
ultra minúscula infinitesimal o de pronto también, la materia-antimateria que
en equilibrio no es ni una ni otra, pero es); y la “nada infinita”, que no es
otra que el “espacio infinito” (que no ha sido ni es el “espacio vacío”, que
podría colegirse como “nada”). Sobre
esto, plantea su RAZONAMIENTO LÓGICO:
La nada no puede ser
infinita; no por ser infinito se tiene que ser absoluto, muy por el contrario,
lo infinito es una no absolutidad infinita, con lo cual también tiene que tener
su contrariedad infinita. Se podría decir que la expansión es infinita porque
no se ha terminado de expandir y no se sabe cuándo se terminará de expandir.
Podría ser que la expansión fuese infinita pero no por sí misma. Podría ser que
antes de que se terminase de expandir la expansión, pudiese ser expandida aún
más, por otra posible expansión mucho mayor. Por lo tanto, la infinitud
no ofrece una verdad real, sino un algo irreal, una imposibilidad, una no
absolutidad, por eso mismo la nada no podría ser absolutamente infinita.
(Nota: cabría entonces la pregunta sobre hacia dónde ese espacio se estaría
expandiendo?).
La nada tampoco podría
ser finita porque entonces es como si existiese; y realmente la nada no existe.
Por consiguiente, si todo -absolutamente todo- fuese la nada, ésta no podría
ser ni absoluta, ni absolutamente infinita, ni absolutamente finita. Por
consiguiente, eso demostraría que todo no pudo ser absolutamente la nada,
tenía que existir irremediablemente la existencia.
La existencia tampoco
podría haber sido ni absoluta, ni absolutamente infinita, ni absolutamente
finita, porque lo absoluto y lo infinito son imposibilidades y lo finito no
puede ser absoluto. Por esos motivos, la existencia tuvo que existir siempre y
también su contrariedad: la nada.
Sólo podrían existir
tres posibilidades: que todo fuese absolutamente la nada, que todo fuese
absolutamente existencia o que todo fuese la existencia y su contrariedad la
nada. Al ser las dos primeras opciones 'imposibilidades', no hay duda de que la
existencia existe gracias a que también existe su contrariedad: la nada.
Parece
ser que después de todo Stephen Hawking tendría algo de razón en cuanto que el
Big Bang se dio gracias a las Leyes de la Física y particularmente gracias a la
Ley de la Gravedad; pero… (ello lo tratamos en la Parte 2 de este artículo)… lo
que parece ser definitivo, es que antes del Big Bang había existencia; es
decir, no estaba la NADA ABSOLUTA (nunca estuvo), ni la no-existencia del
TIEMPO. Más bien, el TIEMPO ya estaba (siempre estuvo) y en el ESPACIO INFINITO
(que Sánchez Melgar define como “la existencia que es desde siempre, gracias
a que también existe su contrariedad, la nada”), había (existía) MATERIA
OSCURA, ENERGÍA OSCURA y un equilibrio de MATERIA-ANTIMATERIA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario