jueves, 15 de octubre de 2015

DE LA NADA AL BIG BANG – Parte 1

LA NADA y LA EXISTENCIA

Mucho se ha hablado que antes del BIG BANG, era la NADA ABSOLUTA, y el tiempo no existía; algunos hablan de la NADA RELATIVA, que admite que por lo menos un ALGO INTAGIBLE existía.

No ha existido, ni existe Nada Absoluta porque lo absoluto en esta dimensión, es un imposible; de otra forma, no habría existencia; y por supuesto, no existiría el tiempo.

Antes del Big Bang tenía que existir algo, aunque ese algo fuese un algo subjetivo o infinitamente pequeño.

Estamos entonces frente a un error fundamental cuando se recurre como concepto que, previo al instante inicial del Big Bang era la NADA; y que de la nada, espontáneamente -según Stephen Hawking- “surgió el único efecto, sin causa previa”, que dio origen a todo lo que existe, a partir de un punto de inmensa concentración (que llaman “singularidad”) que generó una enorme explosión dando origen al Universo, antes de cuyo instante afirma también Hawking, el tiempo no existía.

Tal vez haya ya que desterrar el término NADA y reemplazarlo por el ESPACIO INFINITO, que antes del Big Bang, estaba –aparentemente- vacío.

Aquí cabe recurrir a las reflexiones de Salvador Sánchez Melgar (Las Leyes de la Nada), que maneja de manera muy lógica (aunque puede resultar compleja en su lectura) el concepto de la NADA y …

…sostiene que tuvo que existir la nada y su no absolutidad (nada no absoluta) que forzosamente tenía que ser una contrariedad de la nada. De esa manera, la contrariedad “nada-existencia” produciría cada vez más existencia; o dicho de otra manera: evitando continuamente la absolutidad de la nada,  la nada y la existencia producirían cada vez más existencia ya que toda  absolutidad se evita con una contrariedad. Para que la existencia originase cada vez más existencia tenía que haber en la propia existencia una permanente  contrariedad: la inducida por la nada.

…Como la nada infinita no tiene tamaño ni energía porque es totalmente nada, su contrariedad tuvo que ser algo infinitamente ínfimo, tan ínfimo que sería casi la nada. Con lo cual, esa infinitamente ínfima existencia sería la primera esencia de la existencia que en forma de contrariedad cero (nota: teniendo en cuenta que el cero no es absoluto) tendría la posibilidad de multiplicarse empezando por el cero de su contrariedad como nada hecha existencia y el cero inalcanzable de la nada absoluta que le produjo esa contrariedad tratando de evitar la absolutidad.

El cero de la contrariedad de la nada, de esa esencia, y el contraste del cero de la nada infinita, eran dos sin energías distintas, eran dos oposiciones diferentes, que muy bien se podrían identificar como si fuesen por ejemplo: la esencia el cero y la nada infinita el uno, o viceversa (nota: creo que podría no caber el viceversa). De esa forma, se originaron las matemáticas binarias de la existencia; de esa forma, la primera esencia se multiplicó binariamente produciendo con su orden o escalón matemático un sin fin de esencias binarias; lo cual permitió que cada esencia se multiplicase también, sin que ninguna esencia fuese idéntica aunque tuviesen el mismo resultado exacto, ya que cada esencia por ocupar un  lugar distinto tiene distinta identidad jerárquica. De esa manera se originaron las matemáticas de la existencia, las cuales siguiendo el orden matemático binario han conseguido formar un orden o mundo matemático, al que todo lo existente pertenece. El producto de todo eso, sería más esencias, más existencia; una esencia binaria no es nada, no representa nada, es nula o cero energía, pero infinidades de esencias o números binarios representan una energía, una existencia; la cual, multiplicada por infinidades de infinitas infinidades de esencias es el resultado de todo un Universo. 

Teniendo en cuenta, que debido a esa contrariedad dual o repulsión dual de la nada infinita contra la nada ínfima (nota: esencia de la existencia) la existencia atrae a la existencia y la nada atrae a la nada, lo cual justifica aún más el que lo existente sea un orden matemático binario.

Se podría decir reiterando e interpretando a Sánchez Melgar, que lo que él llama “nada ínfima”, es la esencia de la existencia (la materia y/o energía ultra minúscula infinitesimal o de pronto también, la materia-antimateria que en equilibrio no es ni una ni otra, pero es); y la “nada infinita”, que no es otra que el “espacio infinito” (que no ha sido ni es el “espacio vacío”, que podría colegirse como “nada”).  Sobre esto, plantea su RAZONAMIENTO LÓGICO:

La nada no puede ser infinita; no por ser infinito se tiene que ser absoluto, muy por el contrario, lo infinito es una no absolutidad infinita, con lo cual también tiene que tener su contrariedad infinita. Se podría decir que la expansión es infinita porque no se ha terminado de expandir y no se sabe cuándo se terminará de expandir. Podría ser que la expansión fuese infinita pero no por sí misma. Podría ser que antes de que se terminase de expandir la expansión, pudiese ser expandida aún más, por otra  posible expansión mucho mayor. Por lo tanto, la infinitud no ofrece una verdad real, sino un algo irreal, una imposibilidad, una no absolutidad, por eso mismo la nada no  podría ser absolutamente infinita. (Nota: cabría entonces la pregunta sobre hacia dónde ese espacio se estaría expandiendo?).

La nada tampoco podría ser finita porque entonces es como si existiese; y realmente la nada no existe. Por consiguiente, si todo -absolutamente todo- fuese la nada, ésta no podría ser ni absoluta, ni absolutamente infinita, ni absolutamente finita. Por consiguiente, eso demostraría que todo no pudo ser  absolutamente la nada, tenía que existir irremediablemente la existencia.

La existencia tampoco podría haber sido ni absoluta, ni absolutamente infinita, ni absolutamente finita, porque lo absoluto y lo infinito son imposibilidades y lo finito no puede ser absoluto. Por esos motivos, la existencia tuvo que existir siempre y también su contrariedad: la nada.

Sólo podrían existir tres posibilidades: que todo fuese absolutamente la nada, que todo fuese absolutamente existencia o que todo fuese la existencia y su contrariedad la nada. Al ser las dos primeras opciones 'imposibilidades', no hay duda de que la existencia existe gracias a que también existe su contrariedad: la nada.

Parece ser que después de todo Stephen Hawking tendría algo de razón en cuanto que el Big Bang se dio gracias a las Leyes de la Física y particularmente gracias a la Ley de la Gravedad; pero… (ello lo tratamos en la Parte 2 de este artículo)… lo que parece ser definitivo, es que antes del Big Bang había existencia; es decir, no estaba la NADA ABSOLUTA (nunca estuvo), ni la no-existencia del TIEMPO. Más bien, el TIEMPO ya estaba (siempre estuvo) y en el ESPACIO INFINITO (que Sánchez Melgar define como “la existencia que es desde siempre, gracias a que también existe su contrariedad, la nada”), había (existía) MATERIA OSCURA, ENERGÍA OSCURA y un equilibrio de MATERIA-ANTIMATERIA.


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